Marc Badia Miró (Universitat de Barcelona)
Anna Carreras Marín (Universitat de Barcelona)
Agustina Rayes (CONICET, Universidad Nacional de San Martín)
El potencial que ofrecen las nuevas tecnologías a la hora de digitalizar y analizar los datos de las estadísticas históricas de comercio exterior es enorme. América Latina, con estadísticas de comercio exterior razonablemente fiables desde mediados del siglo XIX, puede ver mejorada la comprensión de uno de los sectores más dinámicos de su economía y profundizar en el estudio de lo que sucedió durante la Primera Globalización, en el momento de su inserción en la economía global. Para una correcta comprensión del comercio exterior, es básico avanzar en dos elementos previos al análisis en sí de las grandes tendencias: el estudio de la fiabilidad de las estadísticas de comercio exterior y la estandarización de las estadísticas para su comparabilidad temporal y geográfica (véase aquí y aquí). [1]
Vista aérea del Puerto de Montevideo y la Ciudad Vieja
Fuente: Centro de Fotografía de Montevideo (CdF) [0102FMHE].
Trabajos como los de Cárdenas, Ocampo y Thorp (2003), Bértola y Ocampo (2013) y Kuntz-Ficker (2017) resaltan la falta de diversificación y concentración en la mayoría de las canastas exportadoras durante la Primera Globalización, como un rasgo característico de la economía latinoamericana y que, en algunos casos, se ha convertido en un freno para el desarrollo posterior de las exportaciones y de la industria. De hecho, Bulmer-Thomas (2003) destaca que sólo aquellos países con una estructura más diversificada (nuevos mercados y productos), mostraron un mayor dinamismo económico. La mayor parte del análisis de la concentración y la diversificación de las exportaciones se ha basado en los valores de las exportaciones. Sin embargo, Melitz y Redding (2014) plantean, de manera complementaria a las valoraciones, la importancia que tiene conocer el número de productos y el número de mercados, lo que permite matizar el grado real de diversificación de las exportaciones. Es lo que conocemos como análisis de los márgenes extensivos del comercio, los cuales permiten comprender mejor los vínculos entre comercio, productividad y crecimiento. Para su cálculo, se identifican los países en las categorías más homogéneas posibles a lo largo del tiempo, y el nivel de agregación de los ítems en los que se clasifican los productos.
Nuestro aporte (véase aquí) demuestra la sensibilidad que tienen los resultados obtenidos en función del nivel de agregación de productos. Es por ello que proponemos una forma complementaria de medir la diversificación de las exportaciones (variable relevante a la hora de comprender el comportamiento de las exportaciones en el medio y largo plazo), a partir del número relativo de bienes y de socios comerciales. Para ello, tenemos dos opciones. La primera es basarse en el número de artículos registrados originalmente en las fuentes oficiales. La segunda, homogeneizar y estandarizar los datos originales. Siguiendo a Hungerland y Altmeppen (2021) optamos por homogeneizar los datos originales de comercio exterior, considerando distintos niveles de agregación para varios países de América Latina (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica y Uruguay), antes de la Primera Guerra Mundial, siguiendo la clasificación “Standard International Trade Classification” (SITC revisión 2), que nos permite obtener una agregación parecida a la utilizada por COMTRADE a partir de 1960. Pese a que optemos por esta aproximación como la más adecuada, también hay que indicar que esta clasificación tiene un número de partidas de bienes industriales mayor que el de bienes primarios, es decir, que genera determinados sesgos que hemos de tener en cuenta a la hora de interpretar los resultados.
Iniciativas de homogenización de estadísticas de comercio exterior
Numerosas iniciativas intentaron, desde el siglo XIX, homogeneizar y normalizar los datos de las Estadísticas Oficiales de Comercio Exterior. El primer congreso internacional se celebró en Bruselas en 1853, y se elaboró una clasificación estadística internacional para las mercancías, que incluía 185 artículos. Posteriormente, en el marco de la recién fundada Sociedad de Naciones, en 1931, se adoptó la Nomenclatura de Ginebra, que comprendía 991 partidas desagregadas a cuatro dígitos. En 1952, la Nomenclatura Arancelaria de Bruselas (BTN) clasificó 1.097 productos, agrupándolos en función de la naturaleza de sus materias primas, siguiendo así la tradición de la nomenclatura arancelaria de América Latina desde 1910. Por su parte, el Consejo Económico y Social de la ONU instó a sus miembros a adoptar la “Standard International Trade Classification” (SITC), elaborada en 1950 y basada en la Lista Mínima de Productos Básicos para las Estadísticas del Comercio Internacional de la Sociedad de Naciones (publicada en 1937).
La SITC ha sido revisada en varias ocasiones y en ella, los productos básicos se clasifican, a diferencia de la BTN, por fase de fabricación y por origen industrial (materias primas). Como en cualquier proceso de clasificación, la SITC no ha estado exenta de polémica. Elaborada esencialmente por países europeos, los Estados Unidos y Canadá se opusieron a su adopción por considerar que no reflejaba la composición de su comercio. Esto explica, en parte, por qué la SITC coexiste hoy con el ”Harmonized Commodity Description and Coding System (HS)”, que entró en vigor en 1988.
Hoy en día, el paso otra vez hacia una clasificación basada en la naturaleza de los materiales utilizados en vez de en la fase de transformación de los productos es uno de los retos existentes para las investigaciones sobre energía y medio ambiente.
Índice de concentración comercial en América Latina
Para normalizar las partidas originales incluidas en las estadísticas oficiales, consideramos la agregación a 4 dígitos de la SITC-Rev. 2 (N=784), por adaptarse mejor a las características históricas de los datos. La Tabla 1 muestra los resultados obtenidos para nuestra muestra de países, más Italia, España y Noruega, lo que permite una comparación de las economías latinoamericanas con tres países de la periferia europea. La homogeneización en el caso de España y Noruega es un trabajo propio, mientras que las estadísticas de Italia están disponibles normalizadas.
Vista de la Aduana de Puerto Madero, Buenos Aires

Fuente: Colección Cuarterolo.
La homogeneización y normalización de los datos comerciales reduce el número de productos originalmente registrados en las estadísticas oficiales, desde el 19% en el caso de Brasil hasta el 51% en el de Uruguay. Estas reducciones distan mucho de ser insignificantes, pero pueden ser explicadas. Cuando los valores totales exportados son bajos, resulta relativamente sencillo para el personal de aduanas registrar cada producto con un alto nivel de desagregación y detalle. Sin embargo, a medida que aumenta el volumen del comercio y mejoran los conocimientos burocráticos, se hace necesario agrupar los artículos en distintas categorías. Esto hace que los registros estadísticos sean más legibles y fáciles de interpretar. Por ejemplo, en el caso de Argentina, en 1910 los datos comerciales estaban considerablemente mejor organizados que en 1880 (Rayes, 2016). Una segunda explicación para la reducción del número de bienes en las estadísticas latinoamericanas puede ser que el sistema de clasificación esté sesgado en favor de los países industriales desarrollados (de hecho, las manufacturas están muy desagregadas generando un mayor número de bienes exportados), mientras que la diversidad de los recursos naturales de América Latina se pasa por alto. Por ejemplo, a principios del siglo XX, Argentina identificaba 26 tipos diferentes de cueros y pieles, mientras que la SITC sólo reconocía seis productos equivalentes a 5 dígitos y cinco a 4 dígitos. Los países europeos periféricos incluidos en la muestra, que no estaban a la vanguardia del desarrollo industrial antes de la Primera Guerra Mundial, también sufren una contracción en el número de bienes exportados tras el proceso de normalización.
Tabla 1. Diversificación por productos a nivel de cuatro dígitos (SITC–Rev. 2), 1910-1913
Fuente: elaboración propia a partir de Badia-Miró, Carreras-Marín y Rayes (2023).
La última columna de la Tabla 1 muestra nuestra medida de diversificación (ID) que se obtiene en términos relativos en función del número total de productos posibles existentes (ni/N). Si consideramos ese indicador, Argentina no es el país más diversificado de la muestra, y Uruguay, México, y Chile parecen exportar una gama más amplia de productos. Las exportaciones de Colombia también parecen más diversificadas, pero como sus datos corresponden a 1916, este resultado no es directamente comparable. En general, nuestra muestra nos permite afirmar que Argentina no fue un caso único dentro de la región latinoamericana y que América Latina en su conjunto se comportó de forma bastante diferente a Italia y España, aunque de forma muy similar a Noruega (exportador de materias primas en esta época).
El mismo tipo de medida de la diversificación, en función de las posibilidades existentes, se ha aplicado para el número de destinos geográficos de las exportaciones latinoamericanas, mostrando que la diversificación de producto y la de destino no siempre van de la mano. Estos resultados nos permiten concluir que la alta concentración del comercio de las exportaciones en unos pocos bienes y mercados es una simplificación del modelo de crecimiento basado en las exportaciones y de sus implicaciones para la industrialización de la región.
Apuntes finales
Sin modificar las grandes líneas de interpretación presentadas en trabajos anteriores, estos nuevos resultados nos permiten introducir una serie de matices. En primer lugar, los países de la región no necesariamente presentan el mismo patrón de concentración en su canasta exportadora que en la distribución geográfica de su comercio exterior. En segundo lugar, tal y como se observa en la Tabla 1, la diversificación de Argentina no fue un proceso tan singular como tradicionalmente se ha subrayado, al menos en términos relativos a partir del número de productos exportados medidos con categorías estandarizadas. En tercer lugar, los menores niveles de diversificación parecen estar fuertemente vinculados con la especialización en la exportación de primeras materias, tal como sugiere la comparación con Noruega. Queda fuera del campo del trabajo el dilucidar si esto último es un sesgo estadístico de los criterios de estandarización aplicados o un problema asociado a la naturaleza de los bienes exportados.
[1] Esta entrada de Blog recoge los principales resultados y conclusiones del artículo: Badia-Miró, M.; Carreras-Marín, A.; Rayes, A. (2023). “Latin American exports during the first globalization: How statistical aggregation and standardization affect our understanding of trade”. Historical Methods: A journal of Quantitative and Interdisciplinary History, 56 (2), pp. 97-114. Quiero agradecer los comentarios de Henry Willebald.
Referencias
Badia-Miró, Marc, Anna Carreras-Marín, y Agustina Rayes. 2023. «Latin American Exports during the First Globalization: How Statistical Aggregation and Standardization Affect Our Understanding of Trade». Historical Methods: A Journal of Quantitative and Interdisciplinary History 56 (2): 97-114.
Bértola, Luís, y José Antonio Ocampo. 2013. El desarrollo económico de América Latina desde la Independencia. México D.F., México: Fondo de Cultura Económica.
Bulmer-Thomas, Victor. 2003. The Economic History of Latin America since independence. Cambrige, UK: Cambrige University Press.
Cardenas, Enrique, José Antonio Ocampo, y Rosemary Thorp. 2003. «Introduction». En La era de las exportaciones latinoamericanas. De finles del siglo XIX a principios del XX, editado por Enrique Cardenas, José Antonio Ocampo, y Rosemary Thorp, 9-53. Lecturas. México D.F., México: Fondo de Cultura Económica.
Hungerland, Wolf-Fabian, y Christoph Altmeppen. 2021. «What Is a Product Anyway? Applying the Standard International Trade Classification (SITC) to Historical Data». Historical Methods: A Journal of Quantitative and Interdisciplinary History 54 (2): 65-79.
Kuntz-Ficker, Sandra. 2017. The First Export Era Revisited. Reassessing its Contribution to Latin American Economies. Palgrave Studies in Economic History. Palgrave Macmillan.
Melitz, Marc J., y Stephen J. Redding. 2014. «Heterogeneous Firms and Trade». En Handbook of International Economics, editado por Gita Gopinath, Elhanan Helpman, y Kenneth Rogoff, 4:1-54. Amsterdam, Holand: Elsevier.
Rayes, Agustina. 2016. «La construcción de las estadísticas oficiales argentinas de exportación, c. 1880 – 1930». Estudios Sociales del Estado 2 (4): 96-120.