La explicación del Senado de Estados Unidos sobre la crisis de 2007/2008 y otros documentos interesantes

Carlos Marichal (El Colegio de México), 23 de agosto de 2013.

Es importante subrayar la importancia de revisar y analizar cuidadosamente los documentos oficiales e investigaciones que ha derramado bastante pronto después del estallido de la debacle financiera y han seguido haciéndolo hasta hoy.

Después de concluida la investigación preliminar, el Subcomité celebró cuatro audiencias para examinar «las cuatro causas fundamentales de la crisis financiera.» En ese momento se publicaron decenas de miles de páginas de evidencia, y se procedió a explorar en profundidad el funcionamiento de varios de los mayores bancos e instituciones involucradas en el accidente. Primero fue el caso de la gran empresa bancaria conocida como Washington Mutual, que se convirtió en la mayor quiebra bancaria en la historia de EE.UU., y que más tarde fue absorbida por JPMorgan. Luego vino una revisión del papel de dos de las mayores agencias de calificación crediticia, Moody y Standard & Poor, en los mercados financieros antes de la crisis. Por último, se realizaron amplias audiencias y estudios detallados sobre la enorme cantidad de irregularidades en la conducta de mercado de dos bancos poderosos, Goldman Sachs y Deutsche Bank, en cuanto al fomento de la especulación en derivados y los llamados instrumentos financieros sintéticos, lo que aumentó el riesgo de todos los mercados financieros, pero en particular los de los Estados Unidos en los años de 2003 a 2008.

Al igual que en el caso de la investigación del Congreso, el Senado hizo especial énfasis en la dinámica peculiar y peligrosa de los mercados hipotecarios, y en particular, en el enorme aumento a partir de 2003 de los instrumentos de alto riesgo, las llamadas hipotecas subprime. Sin embargo, el subcomité del Senado estaba más interesado en el análisis de la microeconomía de las mayores instituciones financieras en el proceso de creación y venta masiva de paquetes de inversión que contienen una composición compleja de valores y derivados. Las siglas de estos productos son un reflejo de lo que representan, una nueva generación de valores: por citar algunos ejemplos, estas fueron CDO, ARM, ABS / CDO, AVM, ABX CMBS, REI, CDS y SIV, creados en las últimas dos décadas.[2] Como las investigaciones demostraron, la comprensión de estos instrumentos requiere una gran experiencia en el más sofisticado y misterioso mundo de la banca moderna y las finanzas, y sin duda superó el conocimiento de los inversores individuales. Esto creó enormes problemas de asimetría de información entre vendedores y compradores. En el informe del Senado están transcritas algunas partes de las muchas entrevistas que demostraron las irregularidades y los riesgos involucrados en estas operaciones, y concluye recomendando reglamentos específicos de los nuevos instrumentos financieros. Asimismo, el informe planteó importantes preguntas acerca de los bancos que son «demasiado grandes para quebrar», y que conllevan el riesgo de un necesario rescate del gobierno en tiempos de crisis. La investigación del Senado demuestra claramente los peligros inherentes a los mercados financieros contemporáneos, influenciados por bancos gigantes que además son muy difíciles de regular y cuyo funcionamiento tampoco es transparente.

Por supuesto, las investigaciones oficiales no tienen el monopolio de la interpretación y la documentación de la crisis, como se puede ver en los innumerables libros y artículos que han sido publicados por periodistas, economistas y expertos financieros de la mayor crisis financiera desde la Gran Depresión, un tema en la que probablemente mucho más se escribirá en el futuro. Sin embargo, como historiadores económicos, es importante subrayar la importancia de revisar y analizar cuidadosamente los documentos oficiales e investigaciones que ha derramado bastante pronto después del estallido de la debacle financiera y han seguido haciéndolo hasta hoy. También de gran importancia son el Informe Valukas que contiene las actas de la causa judicial en Lehman Brothers (unos 1,2000 páginas, colocadas en línea en junio de 2010), o las dos mil páginas de la ley Dodd / Frank de Wall Street y el acto de Protección al Consumidor, en julio de 2010, que fue acompañado por una gran cantidad de documentación que tiene un fuerte interés histórico.

Además de las investigaciones oficiales llevadas a cabo en Gran Bretaña y en los Estados Unidos, vale la pena destacar que un gran número de instituciones y países han promovido investigaciones, incluyendo, por ejemplo, los informes sobre la crisis financiera de las comisiones de la Asamblea Nacional de Francia y por el Ministerio francés de Finanzas que se puede encontrar en línea. Del mismo modo, es importante analizar los documentos del Comité Parlamentario holandés  para la investigación del Sistema Financiero, también conocido como el «Comité De Wit”, llamado así por el nombre de su presidente, y que fue creado por la Cámara de Representantes del Parlamento holandés. En junio 2010 presentó su informe sobre la primera parte de su investigación sobre la crisis en el sistema financiero holandés.

Por otra parte, como ya se ha sugerido, los bancos centrales de muchos países han publicado numerosos informes y estudios de la crisis. Este también es el caso de organismos financieros multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Banco de Pagos Internacionales, y la mayoría de ellos se pueden consultar en línea. No obstante, existen todavía pocos estudios críticos de algunos de los más importantes y reveladoras de estos estudios, incluyendo tal vez y de manera significativa a la evaluación independiente del FMI, que proporciona un análisis verdaderamente crítico y profundo de los errores cometidos por esta institución en los años anteriores al colapso financiero global. El contraste con la evaluación del Banco Mundial, que es muy superficial, es sorprendente.

También es importante tener en cuenta la investigación oficial sobre las consecuencias sociales del colapso financiero, como lo demuestran, por ejemplo, las investigaciones detalladas de la Oficina Internacional del Trabajo sobre el impacto drástico de la crisis sobre el empleo en todo el mundo y que puede ser consultado en su informe anual del año 2011. En resumen, desde la perspectiva del historiador, bien valdría la pena llevar a cabo un amplio esfuerzo para identificar los informes oficiales más importantes de la crisis financiera de 2008 y la Gran Recesión. Porque  la crisis ya es historia, ¿o no lo es?


[1] U.S. Senate, Permanente Subcommittee on Investigations, Wall Street and the Financial Crash: Anatomy of a Financial Collapse, New York, Cosimo Reports, 2011.

[2] A detailed guide written at the time was the book by  Satyajit Das, Credit Derivatives, CDO’s and Structured Credit Products, New York, Wiley Finance, 2005